viernes, 19 de octubre de 2012

Arrebatado


Ramiro Quintana cuenta la novela para ADN Cultura.


En Opendoor , su primera novela, Iosi Havilio urdía la historia de una mujer innominada -erigida en la voz narrativa-, quien, aun en el sopor frío que le había deparado la desaparición de su novia, se veía impelida a trasladarse, como empleada de una veterinaria, a una chacra del pueblo bonaerense de Open Door para asistir a un caballo enfermo. Allí, casi de manera silvestre, se organizaba un triángulo amoroso formado por Jaime, dueño del caballo y mandamás de la chacra, "un amante bruto, sin recursos"; por Eloísa, una adolescente "bruta, hermosa, elemental", que ponía a prueba sus dotes para el ejercicio de la seducción, y por la protagonista. No obstante, más allá de la trama y los personajes, lo que sorprendía de aquella novela era la prosa de Havilio que, sin renunciar a un laconismo esencial, conseguía poner de relieve una opacidad sugerente, fraguada en la práctica del escamoteo y en el desvío hacia la abstracción.
La referencia a Opendoor no es gratuita, por cierto, ya que esa novela tiene una continuación en Paraísos . Así, la línea argumental de la nueva novela de Havilio comienza a trazarse cuando, poco después del velorio de Jaime -cuya muerte ocurrió en un ridículo accidente vial-, la protagonista, que aquí también oficia de narradora, es desalojada de la chacra de Open Door. De modo que regresa a la ciudad, a Buenos Aires, con su pequeño hijo Simón, fruto de su vínculo con Jaime. Primero recala en una pensión del barrio de Pacífico; allí conoce a Iris -lo más parecido a una amiga, si cabe, que tendrá a lo largo de la novela-, inmigrante rumana de "una sensibilidad extraña, insondable" que trabaja en el zoológico, lugar en el que también empezará a trabajar la protagonista.

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